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El orujo

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El Orujo    La Queimada

El Orujo

En el Bierzo, la labor obligada de todos los años, en el quehacer doméstico, es la elaboración del orujo o buyo. Villadepalos es uno de los lugares mas enfervorizado para realizar esta tarea. Se trata una bebida espirituosa, un aguardiente del mismo tipo que las grapas italianas, las bagaçeitas de Portugal, los tsiroupos de Grecia o los marc de Francia. Se obtiene por destilación de los orujos de uva, es decir, de las partes sólidas del pisado o prensado de la uva, compuestos por los raspones o racimos, los hollejos, éstas fuente de sustancias aromáticas.

El método para la extracción del alcohol es la destilación mediante alquitaras y alambiques de utilización casera, o con enormes y sofisticado aparados, pero siempre con el mismo principio, el de calentar con ciertos requisitos el orujo fermentado para hacer el vino propio casero y recoger gotas a gotas lo evaporado continente agua y alcohol, enfriado mediante serpentina sumergida en agua fría.

La preocupación principal en la destilación casera es la obtención no deseada del alcohol  metílico, una sustancia toxica causante de muerte o con suerte, de ceguera permanente. Para evitar esto ha que separar siempre el buyo del  sarmiento ya que es éste que generan el temido alcohol. En efecto el metanol se extrae fácilmente de la madera seca.

Haciendo un poco de historia, la destilación tiene sus orígenes en la alquimia del mundo griego y en Alejandría,  la cual en un corto periodo del siglo II y III de nuestra era, fue el centro cultural del Mediterráneo. Con el desarrollo de la cultura árabe en los siglos posteriores al IX, la alquimia  sintetizó conocimientos de otras culturas y se aplicó a la destilación del alcohol, palabra ésta de origen árabe. Desde un primer momento al destilado se le dieron virtudes medicinales y milagrosas.. La “eau de vie”, agua de la vida, hacía referencia a la propiedad de prolongar la existencia humana. Recién en 1617, el catalán Miguel Agustí, publica una obra en cuatro volúmenes con el título "Libro dels secrets d´agricoltura, casa rústica y pastoril" en la que describe detalladamente un alambique para obtener aguardiente de los orujos. En 1663, el monje jesuita alemán Atanasio Kircher, publica un tratado de química en el que señala claramente a los orujos y los residuos del vino después de la fermentación como materia prima para alcoholes, dándole carácter científico a su destilación.

Pero es de aquí, que desde que se empezó a destilar la primera gota de alcohol, intervino el duro control del gobernante de turno para imponer cargas fiscales a los pequeños placer de la vida familiar, a la calefacción de los pobres, al impulso matinal para enfrentar las duras labores de los crudos invierno del montañés. En todo caso la ilegalidad tiene su gustito... Otros monstruos del siglo XIX, especialmente en España, declararon la prohibición de elaborar y consumir aguardientes y sólo hacia el comienzo del siglo pasado se dieron algunas concesiones para destilar los orujos, siempre sembradas de trabas y trabitas. En este tiempo de” libertad” se contaba un gran número de especialistas llamados aguardenteros o poteros, que se trasladaban de pueblo en pueblo y de barrio en barrio, para armar bajo un cobertizo destinado para tal tarea, sus alambiques sobre hogares de piedras. Era un servicio a domicilio para elaborar todo el conjunto de orujos de los paisanos que ya habían hecho el vino. El producto destilado se entregaba proporcionalmente al orujo entregado, menos la parte del destilador. Hoy se impone la legalidad, con todos los necesarios controles para el consumo masivo, pero también hay una tácita tolerancia hacia el sector “clandestino”. Así que cuando Usted va a ponerse a elaborar aguardiente de orujo aunque para usos familiares, acuérdese que es un hombre afuera de la ley, a menos que no tribute al Fisco lo pretendido, y como por arte de magia se transformará en el más recto y honorable de los ciudadanos…

 


El procedimiento

Los elementos básicos del alambique o  Pota son: el pote o caldera, el capacete o cachopa, la trompa y el serpentín armado dentro de un recipiente continuamente refrigerado con agua. El pote es esencialmente la caldera o recipiente de cobre de forma ovalada que acaba con una boca estrecha en su parte superior. Esta caldera, en su  parte inferior tiene generalmente una rejilla para evitar el llenado total con buyo, ya que un aumento de presión puede obturar el alambique y en el peor de los casos explotar. A falta de rejilla se utilizan escobas o paja para obtener la cámara deseada. La cachopa es el distintivo embudo invertido colocado en la parte superior del pote al que cierra, terminando con un pequeño orificio y desde donde comienza la trompa. Tiene la misión de recoger el vapor y canalizarlo por la trompa.
La trompa es un largo tubo que hace pieza única con la cachopa y se conecta con el serpentín.
El serpentín es el largo tubo de cobre que desde la trompa termina en la cubeta donde se recoge la esperada aguardiente. Toda su forma helicoidal esta sumergida en un recipiente con un circuito abierto de agua que entra por la parte superior y sale por la inferior de tal manera se condensa el vapor y sus gotas caerán en una cubeta. El funcionamiento consiste en cargar el pote con buyo y algo de vino si quiere, colocar la cachopa con la trompa cerrando bien e introducir el extremo en el serpentín. Se coloca la pota sobre el hogar.
Los hogares, para calentar los alambiques, debe alcanzar una temperatura optima de alrededor de 400º C. Por eso se emplea en la combustión leña de encina, carbón, el mismo sarmiento y también mezclados con residuos de orujo destilado.
Cuando la temperatura del buyo llega a los 80º C comienza la evaporación de los alcoholes que contiene: pasan por la cachopa y la trompa llegando al serpentín en donde se condensan en gotitas listas para ser recogida en un recipiente de costumbre.   (Principio)

A destilar...

Se empieza colocando en el fondo de la pota unas vides para evitar que la carga de pegue o queme. Se continúa con la carga de orujo que puede agregarse una cierta cantidad de agua o vino, electos reguladores para facilitar la cocción y la cantidad de vapores de agua que se trasforman en agua destilada y que regulan el grado final de alcohol. La unión del capacete con la pote y de brazo de esta,  …, con el serpentín, se sellan con un mezcla de ceniza y harina de maíz, con miga de pan o engrudo de harina. Esta labor se hace con el alambique puesto sobre el hogar, luego se enciende el fuego. Aquí se luce la verdadera sabiduría del “destilador”: la regulación del fuego, el uso de la leña empleada, hace que el destilado ser parejo con el máximo de alcohol recogido y parejo. Mucho fuego ahogaría la potada, con poco rinde en aguardiente. Tampoco puede continuarse la salida de líquido hasta la última gota… para eso hay una prueba empírica que es la de tomar un poco del destilado en un vaso, taparlo con la mano y agitarlo; si hace una corona de burbujas duradera, “rosario”, la destilación puede continuar, de lo contrario, se suspende y se recomienza toda la operatoria de nuevo. Después de la destilación estos sub-restos se aprovechan como combustible para el propio alambique y alimento para el ganado. Además de esta destilación simple y casera hay otra, la fraccionada.
En la fraccionada pueden utilizarse el buyo sin separarlo del sarmiento, ya que los aceites y el alcohol metílico se separan fácilmente en una columna fraccionadora. Repito, en la destilación simple esto no es posible, por eso el cuidado de no utilizar el sarmiento.

 

 

El resultado de esa labor artesanal es una deliciosa aguardiente con un marcado sello de tal o cual familia, celosamente competiendo para lograr renombre de calidad. 

 
Uno de los destinos del aguardiente es emplearla en la famosa queimada, cuya receta les doy a continuación.
 

La Queimada

Ingredientes:  1 litro de aguardiente, 350 gramos de azúcar, 3 limones frescos cortados en gajos, 20 granos de café tostado.

Preparación:  En una pota (cazuela de barro  generalmente con tres patitas acompañada con  otras seis cazuelitas para tomar la queimada y  un cucharón para revolver y servir), se vierte el aguardiente, el azúcar, los gajos de limón y los granos de café.  Con un hisopo o encendedor se prende fuego la superficie y se revuelve despacio durante veinte minutos o hasta cuando el alcohol no puede mantener encendida la llama de la superficie. Durante ese tiempo la mezcla se ha espesado y calentado a unos 50ºC.  Se sirve caliente en  cazuelitas. 

 

 

 

Quiere la tradición gallega, que mientras se hace la queimada, se debe invocar un conjuro para alejar los espíritus malignos...pulse la miniatura y apréndalo de memoria.   

 

Como habrá notado durante el ritual de la queimada hay mucho de pagano y de misterio. La remoción de la queimada  con el representativo cucharón de barro, luego de prenderle fuego,  levanta espectrales llamas de color azul, amarillo, blanco, violáceo, verdoso, sobre los rostros de los concurrentes. Todos parecen brujos y brujas... Evidentemente en todo esto hay orígenes de los más diversos: elementos románicos, germánicos,  celtas y árabes intervienen y se sintetizan rn un final silencioso y ponderador tomando de la tacita el brebaje mágico.

 

Es de costumbre cantar también la Rianxeira:

 

 

 

 

 

 

Algunas complementaciones sobre el orujo

Las destacadas bondades y características de una buen destilado de los orujos de uva dependen de muchos factores. De la misma variedad y calidad de uva, la modalidad familiar empleada en la extracción del mosto, la fermentación del mismo, el tiempo de conservación de los orujos hasta que se utilizan en el alambique y la composición de mismo. El porcentaje promedio por una uva de buena calidad lo podemos considerar compuesto de un 28% de raspones, 40% de hollejos, 30% de pepitas, 2% de otros elementos. El factor calidad de la materia prima y la buena conservación de los orujos para evitar la proliferación de microorganismos que pueden arruinar un destilado. El orujo se ha de conservar un tiempo para que los azúcares que contienen se trasformen en alcohol, También el excesivo prensado de las uvas influye sobre el rendimiento y la calidad de la destilación. La ruptura de las pepitas, ricas en aceite, pueden trasmitir aroma y gusto a rancio. Los raspones todavía verdes dan un gusto áspero, además, de producir alcohol metílico; en este caso la destilación de hacer enseguida luego de separar el vino. Luego de esta operación, en tos los casos, el periodo de espera debe considerarse de un mínimo de 15 días a un máximo de 3 meses. Periodos mayores aumentan el futuro destilado de metílico.

La composición de un litro de destilado de orujo, evidentemente no es todo alcohol. La destilación puede comenzar con un 70% de alcohol y un 30% de agua, pero puede terminar con un 30% de agua y 70% de alcohol. Así que podemos considerar un 38% como un porcentaje alcohólico satisfactorio. Si separamos el agua del alcohol, este se compone de un 99% de alcohol etílico, el 1% restante es alcohol etílico y otras sustancias. Según la ley, el limite máximo de metílico es 1.000g/Hl .

Por último podríamos hacer algunas distinciones entre orujos considerando:

  • Jóvenes aquellos que han sido puesto en recipiente que no aportan enriquecimiento alguno después de la destilación, es el caso de envasarlo en botella. Tienen un color blanco cristalino.

  • Añejados aquellos que han sido puesto en toneles de roble o de otra manera , donde adquieren características distintas del momento de la destilación. Tienen un color blanco amarillento

  • Aromáticos, cuando por si mismos adquieren un aroma derivado de las variedades de uva, como moscatel, malvasía, etc.

  • Aromatizados, cuando interviene la maceración de hierbas medicinales y el orujo adquiere el color de los pigmentos contenidos en ellas. Por ejemplo un orujo aromatizado con mirto tiene un color rojo violáceo.

Para mayores explicaciones es mi opinión la consulta de libros sobre enología y destilados de alcoholes. Y la última opinión: lleve una muestra de su destilado a un laboratorio oficial para determinar si el porcentaje  de alcohol metílico está dentro de la ley.

 

 

 

 

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Última modificación: 19 de abril de 2024